Normalmente, el litigio de divorcio no dura menos de 61 días y puede durar hasta 12 meses o más. Esto depende de si hay hijos de por medio, del tamaño y la complejidad del patrimonio conyugal y del nivel de conflicto entre las partes.
Como mínimo, un “divorcio de mutuo acuerdo” en parejas sin hijos ni grandes patrimonios conyugales cuesta 2.500 dólares más las tasas de tramitación. Esa cantidad aumentará drásticamente según el nivel de conflicto entre las partes, la falta de acuerdo respecto a la custodia de los hijos y la necesidad de audiencias impugnadas en el tribunal.
Normalmente, ambos progenitores comparten la «posesión estándar» de la custodia como «tutores conjuntos». Esto significa que el niño vivirá en el domicilio principal de uno de los progenitores, mientras que el niño podrá estar en posesión del otro progenitor los jueves de 6 a 8 de la tarde, los primeros, terceros y quintos viernes hasta los domingos durante el año escolar, 30 días de posesión en verano, años alternos para las vacaciones de primavera y el día de Acción de Gracias, y posesión dividida para las vacaciones de Navidad.
Normalmente, para que se otorgue una «tutela exclusiva» (SMC por sus siglas en inglés), debe haber un historial de violencia doméstica, abuso o negligencia infantil, abuso de sustancias, consumo de drogas ilegales u otros actos delictivos o «malos» por parte del otro progenitor para que se considere necesario limitar los derechos de ese progenitor con el fin de proteger la salud física y el bienestar emocional del niño.
Después de firmar un contrato de servicios y pagar sus honorarios anticipados, el proceso de divorcio implica la presentación de una petición de divorcio y la negociación de órdenes temporales para establecer las reglas relativas al comportamiento, las finanzas y la custodia y manutención de los hijos durante el tiempo que dure el divorcio. El siguiente paso es la «presentación de pruebas», para obtener información y documentos que permitan establecer el valor del patrimonio conyugal para poder dividirlo, confirmar y proteger los bienes separados de cada parte y demostrar qué tipo de acuerdo de custodia es el más conveniente para el niño. El siguiente paso suele ser la «mediación» y, si es necesario, un último juicio para establecer las órdenes definitivas. Finalmente, se redacta el decreto final de divorcio y los documentos.
El derecho de preferencia es una cláusula que establece que el padre que tiene la custodia, antes de buscar una niñera, tiene que ofrecer el tiempo de crianza al padre que no tiene la custodia cada vez que no pueda cuidar de los niños.
La cláusula de no convivencia básicamente prohíbe a un padre permitir que alguien con quien está saliendo o tiene una relación romántica se quede a dormir cuando el padre tiene la custodia de los niños.
Cada estado establece su propia fórmula de cálculo para los pagos de la manutención de los hijos. Los calendarios de cálculo están disponibles en las páginas web de los fiscales generales de la mayoría de los estados. Sin embargo, el tribunal es quien tiene la potestad de calcular el pago final.
La manutención del cónyuge suele referirse a los pagos fijados por el tribunal en un acuerdo de separación legal o previo al divorcio. La manutención del cónyuge en este contexto no es lo mismo que la pensión alimenticia. La pensión alimenticia son los pagos fijados por el tribunal que se realizan una vez finalizado el divorcio.
Si los pagos de la manutención de los hijos se ajustan por orden judicial, usted debe acatarlos. Si no está de acuerdo con los ajustes, consulte a uno de nuestros abogados para conocer sus opciones.
Sí. Debe cumplir con la manutención fijada por el tribunal. Si sospecha que los ingresos de su ex-cónyuge han aumentado con respecto a cuando se emitió la orden original o que se le está dando un mal uso al dinero de la manutención, consulte a uno de nuestros abogados. Los cambios en los pagos de la manutención requieren una orden judicial, y un abogado puede guiarle en los pasos a seguir para que esto ocurra, si es el caso.
Legalmente, los padres deben ser tratados de forma justa en los tribunales y un abogado puede ayudar a asegurar que este sea el caso.
El consumo de drogas recreativas es un problema cuando afecta al bienestar del niño.
Aunque contar con un representante legal en una investigación de Servicios de protección de menores no es un requisito, es realmente aconsejable.
No, solo un tribunal puede ponerles fin a los derechos de un padre. Si el otro progenitor no paga la manutención, póngase en contacto con uno de nuestros abogados. Existen procedimientos legales para hacer frente a los progenitores que no pagan la manutención, y un abogado puede guiarle en este proceso.
No, sólo un tribunal puede ponerles fin a los derechos de un progenitor. Si el otro progenitor no cumple con su obligación de visitas, póngase en contacto con uno de nuestros abogados. Ellos pueden aconsejarle sobre los pasos a seguir en el proceso legal.
El objetivo de la mediación es contratar a una parte neutral o «mediador» para facilitar una resolución entre los cónyuges en un acuerdo de divorcio fuera de los tribunales. La mediación puede abordar cualquier aspecto de un divorcio, pero suele utilizarse para los acuerdos sobre la custodia de los hijos y la manutención, así como para lo que respecta a la división de los bienes conyugales. Si las partes llegan a una solución consensuada en la mediación, ésta se presenta al tribunal para que la finalice legalmente y emita la sentencia de divorcio.